viernes, 26 de junio de 2009

BLACK OR WHITE


Un día de Agosto de 1977, al volver de la playa, una amiga, consternada, me comunicó la muerte de Elvis Presley. Elvis era uno de mis ídolos. Yo era adolescente, me gustaba el rock & roll, y Elvis era El Rey.
Ayer por la noche volvía a casa después de cenar con unas amigas, y recibí una llamada de mi hijo de 16 años: "Ha muerto Michael Jackson". Me extrañó que mi hijo me llamara solamente para decirme eso: para él, Michael Jackson no era un ídolo, y creo que ni siquiera ha escuchado su música, per la noticia le había impactado.
Al llegar a casa me enganché inmediatamente a la tele, zapeando entre las cadenas norteamericanas. La cobertura informativa fue sensacional: imágenes del hospital de Los Angeles, imágenes de la ambulancia trasladando a Michael, imágenes de las multitudes acercándose al hospital, de aglomeraciones en Times Square en Nueva York, entrevistas de urgencia aquí y allá. Uno de los primeros en hablar fue el reverendo Al Sharpton, activista de los derechos civiles en los Estados Unidos, que dijo que Jackson era la figura afroamericana más importante de las útlimas décadas, situado entre Martin Luther King y Barack Obama. Curiosa manera de definirlo, ya que Jackson transformó su físico de manera monstruosa hasta convertirse en un blanco realmente extraño.
Después habló Uri Geller, aquel "mentalista" que consiguió doblar centenares de cucharas a través una actuación en un programa de Íñigo en TVE. Estoy hablando del pleistoceno, creo que la tele en España era todavía en blanco y negro. Contó Uri que había sido amigo de Michael y que una vez le había hipnotizado. "Y estando bajo hipnosis", dijo, "hice una cosa muy poco ética: le pregunté sobre los delitos de abusos sexuales a menores de que le acusaban. Él lo nego todo". Ay, Uri, cómo nos hemos de ver.
También hablaron una serie de abogados, ex abogados y futuros abogados de Michael Jackson o de su familia. Todos coincidieron en decir que el artista estaba fuertemente medicado desde hacía años.
La vida de Michael ha sido bastante infeliz.
Fue supuestamente explotado y maltratado por su padre durante toda su infancia, cuando lideró el grupo de los "Jackson Five", en el cual actuaba desde que tenía 5 años junto con sus hermanos. Consiguió después iniciar una carrera en solitario que le llevó al estrellato planetario y durante la cual vendió más de 75o millones de discos. Michael se convirtió en un icono a la par que su videoclip de "Thriller" triunfaba en un nuevo formato televisivo, la cadena musical MTV. Y después empezó su declive, empezaron sus operaciones de cirugía estética, su conducta errática, sus máscaras y sus disfraces. Su fama y sus extravagancias crecían a medida que su nariz disminuía de tamaño. Se casó con la hija de Elvis, luego con una enfermera que le dio dos hijos, a los cuales paseaba por todo el mundo cubiertos con un velo. Y entonces llegaron los problemas serios, las denuncias por pederastia y la quiebra económica, que le obligó a vender su rancho "Neverland", su particular país de nunca jamás.
Acosado por las deudas, incrédulo ante el declive de su reinado, decidió hace tres meses que se despediría del mundo con una serie de 50 conciertos en Londres en el mes de Julio. No se llevarán a cabo, pero incluso muerto, Michael ha batido todos los récords. Nunca en la historia de internet la red ha estado a punto de colapsarse como lo ha hecho durante las últimas 24 horas, a raíz de su muerte. Las descargas de su música se han multiplicado de forma increíble, y cualquier objeto relacionado con él vale hoy 20 veces más de lo que valía ayer. El estratosférico artista que creó "Thriller", "Billie Jean", "Bad" y muchísimos otros hits, el autor del "paseo lunar" en sus coreografías, el hombre enguantado y enmascarado, se ha ido dejando en un profundo dolor a sus amigos, entre los que se cuentan Elizabeth Taylor, Liza Minnelli, Jane Fonda, Quicy Jones. Y a millones de fans en todo el mundo.
Se dice que Michael estaba mal, muy débil, y aterrorizado ante la perspectiva de sus conciertos en Londres. Que por fin la presión ha podido con él. Puede ser. Su "coach" de los últimos tiempos, para ponerle en forma ante el acontecimiento, era el actor que encarnó, en su día al "Increíble Hulk". Ni blanco ni negro. Verde.




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