lunes, 17 de agosto de 2009
11 Centésimas de segundo
"Esto no se superará jamás", dijo mi tio hace muchísimos años, después de presenciar una carrera de 100m libres en unos Juegos Olímpicos, hace más de 30 años. Mi tio, Pere Ricart, que era un atleta ( campeón de España en lanzamiento de disco, entre otras cosas), murió en 1982 y por lo tanto no oyó jamás hablar de un tal Usain Bolt. ¡Cómo habría disfrutado con él!
Resulta que Bolt batió ayer su propio récord en esta modalidad atlética. Si hace un año fue el campeón en los Juegos Olimpicos de Pekín con una marca de 9,69 segundos, ayer en Berlín consiguió salvar la distancia en el tartán en 9,58 segundos. 11 centésimas de segundo menos. ¿Alguien sabe lo que son 11 centésimas de segundo? Yo no, pero sin duda es una gran hazaña.
Admiro a los grandes deportistas. Ser los mejores en algún deporte no es moco de pavo. Nosotros, el resto de la humanidad, estamos de vaciones, quizás (si la vida no nos ha castigado demasiado), y vemos por la tele cómo Rafa Nadal vuelve a la competición (y pierde el partido, pero no nos importa), cómo Jorge Lorenzo se cae y le cede el campeonato a Rossi (y nos da rabia), cómo el esfuerzo de muchos no puede salvar la vida de Óscar Pérez en un pico de Paquistán (y lloramos), y vemos a Bolt recortar 11 centésimas de segundo en una marca que un atleta con el que conviví no hace muchos años ni imaginaba siquiera.
Superar un reto. Llegar a la meta estableciendo un récord. Ir más allá. Recortar la marca, ganar, ganar, vencer. Sacrificarse entrenando, horas, días, semanas, meses, años. Luchar contra un décima de segundo, contra dos, contra cinco, contra diez. Llorar por una lesión, por un catarro, por una indigestión, por la injusticia de unos jueces, por un clima demasiado húmedo, o demasiado seco en el momento de la competición. ¿Cuál es la recompensa?
Debe ser la competición misma, saber que estás ahí, en lo más alto, donde pocos llegan aunque se esfuercen mucho, debe ser también el reconocimiento público, y debe ser saber que tienes una meta, algún lugar al que llegar, cosa que la mayoría de nosotros no tenemos. Debe ser una vida plena, sin distracciones. Es la vida de los campeones. Aunque, bien pensado, no todos podríamos ser campeones por más que nos lo propusiéramos. Por eso está bien que disfrutemos con ellos. Se lo merecen.
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Centésimas, 11 centésimas.
ResponderEliminarHay! estos de letras.
En la escuela primaria, en las clases de 'dictado', algún profesor nos enseñaba la frase "Ahí hay un hombre que dice '¡Ay!'" para recalcar los peligros ortográficos de las palabras homófonas. ¡Ay!, estos de ciencias que incurren en errores 'de letras' mientras señalan los errores 'de ciencias' que otros cometen... :o)
ResponderEliminarDicho lo cual, es bien cierto que Usain Bolt rebajó su tiempo en 11 centésimas, que no décimas. Once décimas son más de un segundo (1,1 exactamente); Bolt habría corrido los 100 metros en 8,59 segundos si hubiese conseguido acortar en 11 décimas su marca anterior de 9,69 s.
Salud y fortuna
S.
Un error lamentable. Lo siento mucho y pido disculpas. Además, por una razón que se me escapa no había podido leer los comentarios hasta hoy, y no había detectado la equivocación.
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