lunes, 21 de septiembre de 2009
A un amigo mio de New York le acaban de diagnosticar un cáncer muy agresivo. Tiene 51 años y siempre ha trabajado por su cuenta, pero nunca ha ganado mucho dinero. No tiene seguro médico, y ahora no puede costearse el tratamiento médico que necesita. ¿Les suena de algo? ¿Leen los periódicos, ven en la tele la que está montando Obama en los USA por el tema de la reforma sanitaria?
Obama quiere que toda la población tenga acceso a la Seguridad Social. Hasta el momento, los pobladores de la "nación más poderosa y rica" del mundo no tienen cobertura médica universal. Están como en Yemen, vamos. El que cae enfermo, o tiene un seguro privado que le pague las facturas sanitarias, o tiene dinero, o pringa. Bien, pues se ha montado la Dios por la intención de Obama de acabar con esta situación. Los lobbies de las compañías de seguros privados, y los fundamentalistas de varios credos, se han lanzado a la calle a protestar contra la vil pretensión del nuevo presidente. Lo tachan de "socialista". Conozco bien los Estados Unidos, y ser tachado de "socialista", allí, es fatal. Ni democracia ni nada: ser socialista es pecado.
Por suerte, mi amigo es muy buena persona. Tanto, que en pocos días los amigos que ha ido haciendo por todo el mundo se han organizado para ayudarle a través de internet. Como él no tiene familia, gente que le quiere en New York acude a su casa, cocina para él, hace la compra, le acompaña a las sesiones de quimio, le hace compañía. Los otros, los que están lejos, le ayudan económicamente con lo que pueden. Por eso puede estar en quimio, y por eso va a poder acceder a una segunda opinión médica sobre su tratamiento.
Ay, Obama, cuánto queda por hacer. No desfallezcas: mi amigo te necesita.
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