Algunos días te caen encima como una losa. Me ha pasado hoy, cuando he recibido la noticia de la muerte de Pepe Rubianes. Actor y director de teatro iconoclasta ( según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: "Se dice de quien niega y rechaza la merecida autoridad de maestros, normas y modelos"), era un hombre inteligente y sensible que, a mí particularmente, me proporcionó muchísimos momentos de alegría y felicidad con su presencia sobre los escenarios. Pepe me hacía reír, reír con ganas y a sabiendas de que me reía con chistes y juegos de palabras inteligentes, trabajados, buscados e investigados a consciencia. Pepe no vivía de los flashes, vivía de pasear y de hablar con los clientes del bar de la esquina, de leer los periódicos y de repasar la historia en libros y bibliotecas. Era un crack cuando no existían los cracks. Fue un monologuista excepcional cuando no existían los monologuistas. Fue un artista "galaico-catalán", como se definía a sí mismo, porque nació en Galicia aunque nunca vivió allí, y porque vivió en Catalunya aunque nunca nació aquí.
Pepe era tímido y se sabía fuera del mundo. De cierto mundo. En sus espectáculos, se metía con los fascistas, con los casados, con los bancos. Él iba a su bola. Y se ha ido a su bola, sin recibir a amigos y conocidos. En una última conversación, insistía en reponer "Lorca éramos todos", una obra maravillosa. No ha podido ser. Pero nos queda "Rubianes solamente", uno de sus éxitos más clamorosos. Y la Barceloneta que él amó. Y el humo del tabaco que le ha matado.
Me reconforta lo que he leído en internet, en algunos de los comentarios que deja la gente en páginas imposibles: "Gracias, Pepe, gracias por todo". Que la gente se despida de ti dándote las gracias, es mucho. ¿No?
NO LO CONOCIA MUCHO COMO ACTOR, LO RECUERDO VAGAMENTE EN ALGUNA SERIE DE TELEVISION.SE QUE HA MUERTO RELATIVAMENTE JOVEN. LO SIENTO POR TODOS LOS QUE LO QUERIAIS
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