domingo, 10 de marzo de 2013

UNA BONITA TARDE



UNA BONITA TARDE

Qué tarde más maravillosa. Sola en casa: todos se han ido. A través del tamiz de las cortinas, entreveo un cielo azul, luminoso, sin una nube, sin un mal presagio. Aunque también me gustan los cielos grises y amenazadores, que me dan ganas de esconderme bajo el edredón para esperar lo peor. Pero hoy el cielo que vislumbro es electrizante, y el hecho de que ya alargue el día lo hace especialmente atractivo, no sé, parece que me invita a esperar tiempos mejores.

Esta mañana he ido a una manifestación a un pueblo vecino, Vullpellac. Nos manifestamos en contra de la instalación de una macro planta de tratamiento de residuos en Forallac, en el Baix Empordà. Será, si se aprueba, una planta monstruosa, que arderá 365  días al año con todo tipo de residuos, quemará esqueletos de coches y sus baterías, y muchas otras cosas, polucionando el aire, el agua y la tierra que nos rodea. Contaminará acuíferos y cultivos cercanos. Al parecer, quieren traer residuos de Francia y de Inglaterra y, si se aprueba, se instalará al lado de un entorno protegido.

En la manifestación había gente, sí, pero muchos menos de los que esperaba. La mayoría era gente del pueblo o de los pueblos más cercanos, aunque teniendo en cuenta la campaña que ha hecho S.O.S.Empordanet, un grupo muy activo en defensa del territorio, me han parecido pocos. He echado en falta a numerosísimos amigos que tienen casa por aquí. No son residentes, son residentes de segunda, o mejor dicho, de segunda residencia. A todos les gusta disfrutar de su segunda residencia, del paisaje, del aire, del mar, de la gastronomía. Pero hoy no han salido a defender su territorio.  Porque este territorio es nuestro, también, y está amenazado.

Se dice que el alcalde está comprado y está dispuesto a recalificar, se dice que unos deben favores a otros…lo de siempre. ¿Y desde siempre nos hemos dejado mandar, imponer, aplastar? Yo creo que no, y creo también que éste es un momento que debemos aprovechar. Hay que manifestarse, hay que salir, hay que protestar, hay que oponerse a los sinvergüenzas. Sin nuestro movimiento, no pasará nada. O al revés: sin nuestro movimiento, pasará todo: el alcalde recalificará, el proyecto se aprobará, la planta se construirá, vendrán residuos de Francia y de Inglaterra, arderá todo 365 días al año, se contaminarán el aire, los acuíferos, los cultivos, y todos saldremos perdiendo. Venga ya, en la próxima manifestación, que la habrá, seamos el doble…

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